viernes, 1 de agosto de 2008

MALEZA

Para María Salgado

Quisiera beber del mismo huerto que tu poesía duele, María, y así hacerme amigo de esa sangre con guitarras. De todo lo que escribes, nada me ha sangrado tanto como ese temblor oscuro e inacabado, repetitivo, agresivo, elíptico y efímero. De nada he captado el agua como de esa fuga, de esa ruta, de esa casa entre la bruma y el pistilo. ¿Casa? Ni retorno ni resguardo, ¡por cierto! A la intemperie: desnudo surco y vulnerable. Como la piel más íntima: arrugada, torcida, lateral. Y de nada he hecho otra navidad como de esa respiración nocturna y abollada, de ese aliento que tarda, que re-tarda su aparición y su estrategia. Acudir, siento que acudir al desprolijo de estas manos es lo que aún me queda de alma. Y a veces me pasa que pienso en el descalce, en el zurcido que atraviesa lo poético y así lo determina*.



* Todas las palabras escritas en cursiva son, de algún modo u otro –y por extraño que parezca- citas que he extraído de la lectura de sus textos. Vale decir, son la memoria del poema. Las palabras subrayadas representan el movimiento inverso: no ya citas ni recuerdos, sino —así lo quisiera, al menos— zonas donde el lenguaje se derrama, y en ese derrame, intersecta con lo oscuro de la poesía. Como puede apreciarse, son dos movimientos antagónicos, pero recíprocamente imantados: juntos generan la ocasión del poema, que es recuerdo y esperanza.

4 comentarios:

hipocresía dijo...

notable... la idea y el texto

gracias maria!

hipocresía dijo...

jajaajaj eso quiere decir que debo dejar mis agradecimientos en otro lado al parecer...

isidro. dijo...

señor profesor! te gusta michaux?

hipocresía dijo...

Malezon, oiee mañana mi hermana t va a preguntar sobre un libro de Peter sloterdijk que necesto conseguir!

ayudame!!

aproposito t llame, pero el numero de tu casa no funciona..¬¬