viernes, 27 de febrero de 2009
poemas-caravanas
miércoles, 3 de diciembre de 2008
SUEÑO
Densa y apretada. Así era la atmósfera aquella noche. En mi pieza, todo estaba en su lugar. La falta de luz le imprimía un sello muy particular. La extrañeza de este sueño parecía resolverse en aquel río que pasaba cerca de mi ventana, y que se extendía hacia la izquierda y la derecha. El río es bastante grande, pensé asombrada. Asombrada también, lo contemplé por un rato. Contemplándolo, me pareció ver algunos contornos río arriba, así, perfilándose. Y me sentí muy contenta cuando esos cuerpos tocaron finalmente mis manos. Los saqué del agua y, no sin sorpresa, me di cuenta que eran pequeñas esculturas de madera, esculturas que representaban curiosos animales: la primera tenía aspecto de león, pero con un cuerpo gordo y lleno de tetas. Otra —al parecer un caballo— tenía el rostro cubierto por su espalda y no se le podía ver. Una tercera parecía elefante, aunque sin orejas. La madera es vieja, pensé: tiene vetas llenas de barro. Los animales son muy peculiares, pensé: no se parecen a nada que yo haya visto. Lentamente, cuando ya eran diez, las sequé y las fui ordenando. Rápidamente llenaron mi pieza con su olor.
miércoles, 5 de noviembre de 2008
Escapar (poética de las cosas invisibles)
miércoles, 8 de octubre de 2008
Pájaros-carteles
lunes, 25 de agosto de 2008
Afición por los nudos
Cuando las cosas forman nudos, tenemos un bloque de cosas. Se los puede apreciar en impresionantes formaciones minerales, aunque también en imbricaciones muchos más heterogéneas.
Cuando las palabras forman nudos, aparecen los racimos. Se los denomina así no precisamente por la previsión de su vendimia, sino por la complicidad de sus elementos. Mucha gente dormida habla a través de estos racimos. Esto quiere decir que hablan de un modo absolutamente incomprensible. También es un fenómeno que ha sido detectado en ciertas patologías de la infancia (el habla-racimo*).
No obstante, cuando una y otra —palabra y cosa— convergen, surgen los nudos más hermosos, aunque también los más delicados. Éstos, por sus raras cualidades, se llaman surcos. En un surco, se dice, existe la remota posibilidad de que un hombre converse con sus manos y oiga de éstas —en una conversación muy baja, muy tangencial, casi imperceptible— las instrucciones para armar el Nudo fundamental: el eclipse, en el que se abrochará el día con la noche para siempre. Sin embargo, esto último no es más que una suposición sin mucho fundamento.
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viernes, 1 de agosto de 2008
MALEZA
Quisiera beber del mismo huerto que tu poesía duele, María, y así hacerme amigo de esa sangre con guitarras. De todo lo que escribes, nada me ha sangrado tanto como ese temblor oscuro e inacabado, repetitivo, agresivo, elíptico y efímero. De nada he captado el agua como de esa fuga, de esa ruta, de esa casa entre la bruma y el pistilo. ¿Casa? Ni retorno ni resguardo, ¡por cierto! A la intemperie: desnudo surco y vulnerable. Como la piel más íntima: arrugada, torcida, lateral. Y de nada he hecho otra navidad como de esa respiración nocturna y abollada, de ese aliento que tarda, que re-tarda su aparición y su estrategia. Acudir, siento que acudir al desprolijo de estas manos es lo que aún me queda de alma. Y a veces me pasa que pienso en el descalce, en el zurcido que atraviesa lo poético y así lo determina*.
* Todas las palabras escritas en cursiva son, de algún modo u otro –y por extraño que parezca- citas que he extraído de la lectura de sus textos. Vale decir, son la memoria del poema. Las palabras subrayadas representan el movimiento inverso: no ya citas ni recuerdos, sino —así lo quisiera, al menos— zonas donde el lenguaje se derrama, y en ese derrame, intersecta con lo oscuro de la poesía. Como puede apreciarse, son dos movimientos antagónicos, pero recíprocamente imantados: juntos generan la ocasión del poema, que es recuerdo y esperanza.
martes, 8 de julio de 2008
MALEZA
- "Planta herbácea sin valor comercial u ornamental. Crece salvaje y es considerada un estorbo para el crecimiento de la vegetación útil."
- "Se puede definir como aquella planta que crece donde el agricultor no la quiera; por extensión, es aquella especie que invade un cultivo y es difícil de eliminar."